La voz es el sonido que surge de la vibración de las cuerdas vocales al acercarse entre sí y pasar el aire a través de la laringe.
Las características acústicas de la voz son el tono, timbre, intensidad, volumen y resonancia.
Muchas personas con autismo tienen dificultades para controlar el volumen de la voz, el ritmo y la entonación. En este post vamos a centrarnos en el volumen.
Es la capacidad del sonido para llenar un espacio, lo que dependerá de la intensidad y de la proyección de la voz.
La proyección de la voz se refiere a dirigir la voz a distancia hacia un objetivo con el máximo rendimiento y el mínimo esfuerzo.
La intensidad de la voz está determinada por la relación entre la presión del aire espiratorio y el grado de acercamiento glótico. Nos permite diferenciar entre sonidos más o menos fuertes.
Un volumen inadecuado puede interferir en las relaciones personales y provocar diferentes patologías. Podemos trabajar este parámetro utilizando el siguiente material de “el sonido de la hierba al crecer”.
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