La ansiedad es un sistema de alerta ante situaciones comprometidas, un estado emocional normal. Un cierto grado de ansiedad es adecuado para movilizar al organismo, mantenerlo alerta y dispuesto a intervenir frente a riesgos y amenazas. Por tanto, como mecanismo adaptativo es funcional y no supone ningún problema.
Sin embargo, cuando sobrepasa la capacidad adaptativa de la persona provoca malestar y se convierte en patológica.
Se baraja que la ansiedad en el autismo es crónica y siempre se da. Por lo que es indispensable conocer sus causas, los factores desencadenantes y cómo favorecer la regulación emocional.
Entre sus causas encontramos:
- Problemas para manejar y comprender situaciones sociales.
- Dificultades en la comunicación.
- Déficit de procesamiento sensorial (hiper o hiposensibilidad).
- Necesidad de invarianza.
- Dificultad para comprender, aceptar y afrontar emociones propias.
- Niveles altos de exigencia y autoexigencia.
- Problemas en el proceso de toma de decisiones.
- Estrategias de manejo emocional reducidas junto con una tendencia a establecer asociaciones rígidas.
- Pobres estrategias de resolución de conflictos.
Entre los factores desencadenantes encontramos los relacionados con:
- Los rasgos del Trastornos del Espectro Autista. Habilidades socio-comunicativas reducidas, déficit en el procesamiento sensorial, dificultades en funciones ejecutivas y pensamiento rígido.
- El entorno físico. Sobrecarga estimular, cambios, interrupciones y poca anticipación.
- El entorno social. Rechazo y problemas de comprensión, apoyos reducidos o ineficaces y nivel de exigencia desajustado.
La regulación emocional es importante porque favorece la disposición para aprender y para implicarse socialmente. Sin embargo, la desregulación puede dar lugar a conductas disruptivas. Podemos favorecer la regulación emocional del siguiente modo:
- Reconociendo cuándo el niño/a está preparado/a para aprender.
- Ajustando la complejidad de estrategias y materiales a cada individuo y nivel de desarrollo.
- Prestando atención a cómo se sienten en lugar de focalizarnos en la conducta.
- Priorizando la autonomía en el uso de estrategias.
- Averiguando la causa de la desregulación.
- Seleccionando estrategias en función del contexto.
- Fomentando el desarrollo comunicativo.
- Previniendo la desregulación.
- Adaptando el entorno físico y el social mencionados anteriormente.
- Usando apoyos visuales.
Un ejemplo de material para regular la ansiedad lo encontramos en el blog “el sonido de la hierba al crecer”.
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